Megaman Zx: Reinforce - Cap 02

Capítulo 2 ewe.


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---------- Mirael ----------

Observé cómo el reploid se levantaba y empezaba a atacar fieramente el tren. Reaccioné casi al instante y tomé mi posición de batalla, intentando darle con el Double Fang, pero el Reploid reactivado era muy rápido para dejarse golpear.

– ¿Qué haré?, demonios, este lugar es muy chico, si me excedo lastimaré personas inocentes – Dije, y comencé a defenderme de unos fieros ataques de ese Reploid. De repente el Reploid saltó hacia atrás y vi mi oportunidad, ese alto salto que pegó, me dio tiempo suficiente para clavar mi arma en el suelo y expandir una onda que hiciera una pieza del tren saltar debajo de el y lastimarlo. El Reploid cayó al suelo, se detuvo unos momentos, observo mi arma, y su brazo derecho se transformó en una especie de taladro con un pico al final. Se levanto del suelo temblando y clavo su nuevo brazo en el suelo, expandiendo una onda idéntica a la mía, pero antes de que pudiese finalizar su ataque (que me había dejado atónito), cayo al suelo.

Me acerqué a este misterioso Reploid, cuando noté que había volteado una pequeña pieza, demasiado moderna para pertenecer al diseño del mismo, y entonces comprendí que aquella persona que había venido a atacarme se lo implantó para reponer la energía del Reploid y manejarlo remotamente. Tomé la pieza con mis manos, para mostrársela a mi jefe más adelante, y luego me acerqué al reploid, sorprendiéndome al ver que volvía a ponerse en movimiento.

– ¿Quién eres tu niño? ¿Y dónde se supone que estoy? – Me preguntó mientras se levantaba.
– Yo soy Mirael, y este es mi biometal, Model Set.– Respondí, liberando mi poder, ya que no parecía ser peligrosa esta situación. Le extendí la mano, y continué sonriendo: – Encantado. –
– Encantado – Dijo Set, mostrando sus capacidades para hablar.
– Hum, encantado. – Dijo él, un poco incómodo, pero comprendiendo la situación – Me llamo Wild Shadow, pero puedes llamarme sólo Shadow. – Continuó, dándome la mano también con extraña curiosidad. – Escucha, debo volver a mi trabajo, necesito que no le digas a nadie dónde encontraste mi capsula. –
– ¿Eh? Espe… – Antes de que pudiese decirle nada, desapareció. Primero pensé en seguirlo, pero ya estaba oscureciendo, así que probablemente no tendría sentido hacerlo. – Maldición, no habrá paga el día de hoy – Dije entonces, con expresión de decepción en el rostro.

Regresé a mi casa. Estaba muy cansado así que simplemente me cambié y me arrojé a la cama, quedándome dormido al instante.

– ¡Shu! – Grité, mientras veía que se alejaba corriendo. – Oh, esto es… – Vi en mis manos la banda para el cabello que le había regalado. Estaba todavía en una pieza, como cuando se la di, pero parecía muy maltratada, como si hubiese pasado cosas horribles junto a su dueña.
– ¡Corre Mir! – Dijo con impaciencia Shujai, mientras sonreía alegremente. Ella no era así. Shu solía estar en una esquina todo el tiempo, y sin embargo, cuando yo estaba con ella, se mostraba muy alegre, y era muy hermosa…

De repente el ambiente cambió, y mi mano empezó a doler. Era la banda, que se estaba quemando, así que la solté al instante y vi cómo se consumía por este extraño fuego, de color verde. Al instante vi desesperado a Shujai, como si ya supiese lo que seguía, y pude observarla huyendo de unos agresores. Yo intenté rescatarla, pero sólo lograba caerme al suelo una y otra vez… hasta que de repente la alcanzaron…

– ¡NO LA TOQUEN! – Me desperté gritando – Uh… Shujai no esta, pero está bien en algún lado… será mejor que me duerma… – No sabia por que hablaba, puesto que no había nadie para oírme en mi habitación, pero sentí que debía hacerlo, estaba intentando convencerme a mí mismo de que todo estaba bien… Lo siguiente que hice fue simplemente intentar dormir, puesto que al día siguiente tendría muchas cosas por hacer…

A la mañana siguiente, y como era natural, recibí una reprimenda por parte de mi líder, quien había recibido un informe de mi parte sobre lo que ocurrió:
– ¿Cómo es que no lo detuviste?, ¡Estabas a su lado!, debiste frenarlo – Espetó, a lo que yo sinceramente le respondí:
– ¡No es mi culpa!, no es como si hubiese sabido que un loco intentaría matarme y cambiaría el sistema de ese Reploid. – poniendo mi mejor cara de replica.
– Bien pues, por tu culpa, ni tu ni yo hemos recibido paga este día, y por lo que veo a ti no te importa. –
– Honestamente, no. – Mi cara recuperó seriedad. – Estoy más preocupado por lo que quería ese sujeto, y quién era ese Reploid. –
– Bien, pues parece que tienes (y tenemos) suerte. – Giró una página en su bloc de notas, buscando alguna anotación específica. – Se nos ha enviado a investigar el paradero de ese Reploid, y digamos que es una suerte, pensando en que fracasamos la misión anterior, el hecho de que igual nos dieran el trabajo. –
– Entonces manos a la obra. – En realidad no me sentía muy animado, puesto que había algo que me impulsaba a querer ir a ese bosque donde encontramos al Reploid, y sin embargo… al mismo tiempo, sentía miedo como nunca antes había sentido…

---------- Wild Shadow ----------

Ese chico parecía muy simpático, pero no podía quedarme a charlar con él, ya que mi trabajo me lo impedía. Si me retrasaba mucho podrían causar un alboroto en el bosque, mas sentía que ya lo habían encontrado (siendo que me sacaron de allí)… Pensándolo bien, ¿cuánto tiempo habría pasado?, ¿Cómo estaría el bosque?... "¡TENGO MUCHAS GANAS DE VERLO!" grité y corrí mas rápido.

Llegue rápidamente al lugar que (si mi instinto estaba en lo correcto), era el lugar que yo había intentado restaurar.
– ¿Quién lo diría? ¡Mi esfuerzo convirtió este lugar en una reserva natural! - Dije, observando las altas cercas metálicas, prácticamente imposibles de escalar.
Subí como pude, y tras mucho esfuerzo y destreza (vamos, ¡que no es fácil subir un muro metálico liso!), vi una enorme extensión de naturaleza, que se alargaba por toda la reserva; y esta imagen, me trajo a la memoria todo lo que había hecho antes en mi vida, y como mi esfuerzo, parecía valer la pena:

– ... – ¿Qué ocurre?
– ... – ¿Qué es esto?
– ... ¿Dónde estoy? – Me levanté y forcé el cristal que arriba mío yacía, un poco mareado, esperé a tomar un poco de aliento y miré a mí alrededor. Todo parecía destrozado, me pregunté lo que había ocurrido, y sobre todo - ¿Quién soy yo? - …
La capsula de donde había salido, tenia muchas inscripciones:

Nombre Clave: Wild Shadow
Numero Serial: DCN56448247B
Tipo: Natural
Servicio: Medio Ambiente

Observé, y a pesar de lo machacado que se veía el pequeño lugar donde estaba, no podía notar siquiera una sola grieta. Sólo había cajas, así que abrí una de ellas y encontré semillas. Pensé por unos momentos relacionando todo lo que había visto, y me di cuenta de lo que tenia que hacer, pero… ¿Dónde?...  Entonces descubrí el exterior: Toqué una pared de esa habitación y la golpeé, causando que se abriera lo que parecía una puerta.
Lo que vi fue devastador: Fuego, destrucción, sólo había muerte a mi alrededor, miles de restos de cadáveres de seres parecidos a mi, y restos de una maquina enorme, que parecía haber caído en ese lugar, y que probablemente fue el causante de lo que este mundo enfrentaba en ese momento.

Pronto aprendí el nombre del lugar, y de la "Colonia espacial" que había caído aquí: Área Zero… Eurasia… Esos nombres me identificaban, pues yo había "nacido" en ese lugar. No entendí bien la razón de ello, pero sentí entonces que debía hacer lo que tuviese en mis manos por restaurar este lugar, y por casi cien años, no paré de trabajar…

Todos esos recuerdos se agolparon en mi mente, mientras observaba los frutos de mi trabajo: Un mundo restaurado, y que ahora estaba bien cuidado, un mundo por el que yo he luchado. Finalmente mi trabajo había dado sus frutos, sentí paz en mi interior, y decidí mirar mas de cerca, así que entré al bosque y empecé a caminar por el, hasta que llegué a un claro, hermoso, con un río cruzando justo por el medio de el. Dejé que mis ojos disfruten un momento, cuando de repente sentí un ruido que no parecía natural y me dirigí a observar. Un grupo numeroso de humanos y reploids, con maquinaria pesada, empezaron a destruir la naturaleza. Esto… esto me dio una sensación muy misteriosa, sentí que debía detenerlos a toda costa, y sin pensarlo, sin quererlo… mi brazo se convirtió en una de las puntas del arma que ese chico que había visto antes sostenía.

Pronto había acabado con todos ellos, y solo cuando me di cuenta de que no quedaba ninguno, caí al suelo dándome cuenta de lo que acababa de hacer. Por un lado estaba feliz por mis acciones, pues había protegido lo que más me gustaba, pero por otro lado, sabía que había tomado vidas, muchas de ellas probablemente inocentes.
Sentí pisadas detrás de mí, que resultaron ser de una niña, acercándose a mí por detrás. Mi primer instinto fue el mismo que con los otros seres que había atacado anteriormente, pero antes de reaccionar, la niña se acercó a mí y dijo:
– Gracias… iba a detenerlos yo misma, pero me quitaron mi arma – y me extendió la mano, para luego hurgar entre las ruinas que yo había dejado y recoger un pequeño objeto del tamaño de su puño.
– ... –


---------- Mirael ----------

No llevaba más de diez minutos caminando por el bosque, pero de todas formas sentía mis pies pesados como si hubiese corrido por horas. Sabía que no debía avanzar, que era peligroso, y aun así, sentía mi mente decir "este es el momento, debes ir para encontrar la verdad". En realidad no tenia bases para pensar eso, pero mi corazón insistía en que si superaba el miedo, encontraría la respuesta a todas mis dudas.

No había un camino, así que no sabia hacia dónde me dirigía, por eso caminaba tan derecho como los árboles de la zona me permitían, y así, llegue a un claro, con un río hermoso pasando justo por el medio. La verdad es que la naturaleza siempre me había gustado, y cada vez que podía entrar en una zona natural, observaba maravillado. Esta no era la excepción: miré dentro del largo cauce de agua, toqué su superficie y luego seguí caminando río arriba, por la orilla del mismo. En teoría seriamos un grupo de cinco, pero al final me enviaron solo, así que aprovechaba el tiempo tanto como me era posible.

Luego de un rato, había subido bastante, cuando empecé a sentir una melodía muy tranquila tocada con una flauta. En el mundo no había mucha gente que se dedicara a la música, por eso me sorprendí un poco y decidí seguir el sonido hasta que, cuando yo creía estar aproximadamente a medio camino, se detuvo. De repente, una mano me tomo por la espalda y me tiró al suelo, yo intente defenderme, pero sentí un Búster en mi espalda y decidí quedarme quieto para evitar problemas.

– Deberías ser mas cuidadoso, alguien podría atacarte – Era la voz de una mujer.
– Bien, pues creo que eso no será un problema mas adelante, teniendo en cuenta la situación en que me encuentro. – Dije, respondiéndole sarcásticamente.
– ¿A qué has venido al bosque? –
– Estoy buscando un Reploid. Es una misión que me ha encargado Legion – Dije, intentando mostrar superioridad.
– Ja, e imagino que Legion sabrá que tu tienes esto – Me quito a Set del cinturón.
– No, no lo saben, – respondí con sinceridad – y además, ¿Qué sabes tú de esto?, ¿Qué tiene de importante si Legion lo sabe o no? –
– Yo no me acercaría a Legion si fuese tú. Si llegasen a saber quién eres, ya no quedaría rastro de ti. Este bosque es un lugar pacífico, no traigas tu basura a este lugar, y la próxima vez asegúrate de que nadie te embosque – Arrojo el biometal cerca de mí y se fue, antes de que pudiese observarle.
– ¿Qué le pasa a esa mujer? – Dije molesto, levantándome, y a Set.
– Posee un Biometal, pero no presenta una amenaza para la misión – respondió Set.
– De acuerdo, sigamos – Dije yo, y me limité a caminar, de mal humor.

---------- Wild Shadow ----------

La chica y yo comenzamos a caminar juntos. Ela, era una chica de piel oscura, como yo, aunque a diferencia mía (que tengo el pelo castaño), su cabello era de un color negro, muy oscuro. No era muy alta, y sus ojos rojos, mostraban tristeza, a la vez que daban un dejo despiadado, lo que la hacia parecer agresiva.

Yo le conté mi historia y ella entonces me relató la suya. Cuando era niña, sus padres fueron asesinados frente a sus ojos, y ella, fue llevada a un centro de investigación, donde había vivido hasta dos meses atrás, cuando ella y su novio, escaparon. Ella tuvo que tomar otro camino mientras él la defendía, y se suponía que se encontrarían afuera, mil metros al norte, sin importar qué lugar fuese, seria suficiente espacio como para que no los buscaran, y así sabrían exactamente dónde estaría el otro cuando llegase el momento de reunirse. Parecía todo muy bien planeado, pero por alguna razón, cuando ella llegó al lugar, este estaba bajo vigilancia, y luego de que pudiese escapar usando su arma, tuvo que dejar el lugar. Desde entonces llevaba vagando sola por las calles, hasta que hacia un mes atrás entró al bosque y estuvo pacíficamente viviendo aquí, sobreviviendo con lo que encontraba en la calle, para luego regresar a la naturaleza.

Hace poco la habían tomado presa mientras dormía, y le quitaron su biometal, por lo que no podía hacer nada. Entonces llegué yo, y gracias a la conmoción que había causado ella logro escapar. Luego de eso nos encontramos.

– A todo esto – dije – Me llamo Wild Shadow, aunque puedes decirme Shadow. ¿Cuál es tu nombre? – Le pregunté.
– Shujai, – Me respondió ella – ese es mi nombre.

---------- Mirael ----------

Seguí caminando. Esta vez me movería con el Biometal equipado, y estaría siempre alerta de todo lo que ocurriese. Tras un rato, quizás poco mas de quince minutos, llegue a una especie de campamento de investigación, o quizás simplemente era de tala. No le habría dado importancia, si no hubiese visto que se encontraba destruido, recientemente, y que no había rastro de ocupantes en ningún lugar.

Continué observando el lugar, en busca de alguna pista, pero lo que encontré me dejo desconcertado: Enganchada en una planta, poco mas adelante, había una pieza de tela morada, rasgada, cortada a mano, idéntica a la que yo tenía en la cabeza, y eso sólo significaba una cosa: que Shujai no sólo estaba viva, sino que además, había estado en ese lugar hacía poco tiempo.

– Vaya, vaya, joven enamorado. – Un rayo de energía descendió directamente sobre mí y yo caí al suelo. Era la segunda vez que me emboscaban, tal vez la mujer tenía razón y era demasiado descuidado, pero no era el momento para pensar en ello.
– ¿Quién eres? – Le pregunté, mirándolo desde abajo, sólo para ver al mismo niño que había visto antes. Tenía detalles similares en su biometal que mostraban que venía de la misma producción que el de Shu y el mío. Su casco, mostrando rasgos que querían imitar a los de un halcón, cubrían parte de un cabello negro medianamente largo, y acababa justo por encima de esos ojos rojos, violentos y entregados al odio y a la ira. Su contextura era bastante similar a la mía, aunque ligeramente más alto, cubierto por la armadura de su biometal, que aunque en muchos aspectos parecía superior (dándole el aspecto de un príncipe, o un rey), se mostraba de alguna manera macabro.

– Mi nombre es Ike, pero llámame Horus, ¡Por lo que te reste de vida! – Gritó, yo cerré mis ojos, no podía moverme… no había nada que pudiese hacer.